miércoles, 13 de marzo de 2013

Librerías a 0'99

Si hay una cosa que siempre me ha gustado vivir en China (a parte de muchas otras, por supuesto) son las megalibrerías, gigantes edificios llenos de libros en chino sobre cosas absurdas a precios absurdos. Aun no alcanzo a entender cual es el proceso por cual en España el libro se ha convertido en un articulo de lujo. Todo un reflejo de acceso a la cultura y tal. 

Tengo que admitir, sin embargo, que lo mio con las librerías es algo especial, y en cada nuevo país o ciudad que aterrizo siento la necesidad de visitar alguna librería, incluso de comprar algún libro, aunque ni siquiera entienda el título. 

Por la contra y como era de esperar, estas librerías no tienen un encanto especial ni ambiente bohemio. Algunas en un intento de hacer una coffe-bookshop de esas rollo hipster, le pegan en la segunda planta un Starbucks como si fuera un parche. Así te puedes sentir más europeo mientras lees la ultima biografía de Deng Xiaoping. Que énfasis, pardiez. 


Si intentáramos compararlo con algo así más nuestro podríamos decir que son más del rollo FNAC o Casa del Libro, que La Central de Barcelona o Víctor Jara en Salamanca. No hay color. 
Pero esto no acaba aquí  Aunque están muy despersonalizadas, estas librerías tienen su propio encanto, como no, a su propio estilo. Si en FNAC estas interesado en un libro, lo abres, le echas un vistazo, incluso puede que te leas el primer capitulo allí mismo. Después te lo compras. O no. 
En estas macrolibrerías es muy común ver a gente sentada en el suelo, o sobre las estanterías leyendo libros como si fuera una biblioteca. Otra forma de pasar la tarde, vaya. Buscas un libro que te gusta lo comienzas a leer, te pasas en la librería media tarde y cuando te cansas lo dejas y a otra cosa. Por supuesto, no debes olvidar por donde ibas para así poder volver en otro momento y seguir con la lectura
Esto no está estandarizado, es decir, que la librería no está preparada especialmente para ello, pero está permitido y lo hace la gran mayoría de la gente sin ningún problema. 

 La situación hace que el ambiente sea bastante relajado (para lo que suele ser una librería y para lo que suele ser China) pero no lo convierte en una biblioteca. Los niños corretean de allá para acá mientras los padres miran con cara seria el libro de inglés que le van a comprar para que definitivamente se aprenda los animales de la granja. 

A parte de los libros, también unas secciones que me gustan mucho: la sección de idiomas, donde en una gran pantalla "Dora la exploradora" espera instrucciones, la sección de papelería, donde mezclan vasos de té con cuadernos de diseños coreanos y japoneses de las más extravagantes formas. Pero sobretodo, una de las que mas me sorprendió la primera vez que la vi era la sección donde te venden mascaras para relajar tus ojos y tus sienes. Debo decir, con mucha vergüenza, que la primera vez que vi algo de esto en China pensé que eran gafas de realidad virtual. Cosas de la emoción y el orientalismo, quien sabe. 

Y para finalizar unas fotos para mostrar gráficamente que miento menos de lo que pensabas. Son de una librería de Shanghai, en una de las calles paralelas a Nanjing Donglu. 

Nueva edición en chino de "El Hobbit",
con motivo del reciente estreno de la película. 

Un ejemplo de como, sentados en el suelo,
disfrutan de una tranquila lectura. Al fondo un Starbucks

Vista general de la sección de idiomas

Muchas gracias y como siempre un placer!! Nos vemos en Facebook!! 



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